nueve a dieciocho

hace dos dias q estoy haciendo una suplencia en la recepcion, lo cual es una inyeccion de tiempos laxos y por fuera de la mirada del deber a la rutina oficinesca. es un viva la pepa silencioso.

hasta q suena el telefono y _ hhshdf cion Buenos días, en que puedo ayudarlo?- transferir 105, y otra vez al ensueño.

extraño las conversaciones de la oficina, las cronicas de la normalidad del fin de semana, el analisis de caso del chongo q no llama a mi compañera de labor,y las discusiones bizantinas -dirimidas con votacion- sobre el nombre de ciertas golosinas. si no fuera por el cafe con leche y esas charlas, mas d una vez habria cabeceado a la hora d la siesta.Pero aun asi aprecio mucho más la privacidad actual.

tengo un par de libros pendientes, y una investigacion sobre neuronas espejo. por otra parte, quiza no deberia. ya veremos