crunch

son las 6.59. y me baje una caja de cereales. No suelo tener habitos desordenados. Pero esta tarde extrañamente quede fascinada con la sensacion crocante del maiz y todo su degrade de consitencias hasta llegar al copo esponjoso embebido de leche y miel.

La culpa la tiene el sonido crujiente de los cereales cediendo ante la presion molar. supongo q debe ser algo parecido al placer de apretar esas burbujitas q vienen en el plastico q recubre objetos fragiles. Plop, crack, crunch, prunch.. mmm

a eso tb se le suma la quimica de los carbohidratos, q tienen un gusto semi insulso pero que se parece a una puerta que se abre.. (cuantas paneras fueron devastadas por esa causa , ahahah)

Por suerte a cierta altura mi conciencia de verano próximo me paró el carro y guardé el bowl y la cucharita. Suficiente, gracias.

bienvenidos al tren

julio y agosto transcurrieron a todo vapor. entregue la tesis, inicie una campaña spamica con el objeto de conseguir entevistas - laboro- y actualice las cuentas de la conciencia. Tb sufri de las muelas, hasta llegar a la intoxicaccion por ibuprofeno, lo cual desencadeno otros desordenes funcionales q mejor ni nombrar.
entre los hechos mas importante, reinicie el contrato con la actividad aerobica, una deuda congelada desde q comenzo el temor a la pandemia.
y de a poco empece a sentir q los dias desolados de incentivo estaban terminando.

creo q fue clave el recuperar un recuerdo.... de dunedin como por el inicio de la primavera. en esa escena estamos caminando con Will de vuelta a casa, es tarde, mas de las 0.00 y en la calle no hay nadie. la acera esta mojada, por eso llevamos un paraguas de plástico q encontramos entre las cosas q los habitantes anteriores dejaron en la casa. Despues de cruzazr el puente tomamos Dundas Street, en la q hay muchos cerezos, y q por ser septiembre, florecen. Will tenía con el una camara de fotos, y para sumar un elemento mas a la lista de " por q no...?s" de esos días se nos dio por sacar fotos posando bajo el cerezo con el paraguas ese q parecia sacado de una jugueteria. La situacion era una mezcla de juego y burla - de postales japonesas- con acto poetico. Es dificil describirlo. es muy dificil de escribirlo. No se donde estarán esas fotos.

Hoy veo cerezos en tenri - escuela de japones- y siento un cosquilleo q no es mera nostalgia. Tal vez son nachtraglich. Lo siento como un reencuentro, o un recordatorio de algo q eventualmente volverá transformado. Me recuerda a otras escenas o fantasias q los personajes suelen tener, en vigilia o no tanto, y q son protoimagenes, condensadas en su simbolismo, y poseedoras de un fuerza enigmatica. Como la fantasia de HAzel, andando entre el centeno (en cathcer in the rye) o esa premonicion de la aldea armoniosa, mezclada con derramiento de sangre inocente q tuvo Hans Castorp al quedar adormecido sobre la nieve (en la montaña magica) . en esas imagenes se sintetiza la subjetividad como en ninguna otra expresion.

Sí. la sakura- scene tiene esa fuerza. me develo algo q todavia no se q es, pero ya siento sus efectos.